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Tipos de ERP

Como se ha dicho en otros artículos de este blog en consonancia con la realidad en la que vivimos, la digitalización en el mundo laboral es imparable gracias a las facilidades que aportan en concepto de optimización de tiempo y de recursos. Todo eso obedece al propósito de conseguir la mayor eficiencia posible en el cómputo general del trabajo desarrollado por una compañía determinada.

Si dicha digitalización fuera una mesa, entre sus patas se encontraría lo que se conoce como ERP, y es este recurso el que va a protagonizar las líneas de esta entrada. Para ello, conviene explicar qué es exactamente y señalar los distintos tipos que existen.

¿Qué es un ERP?

Sus siglas son Enterprise Resource Planning, lo que traducido al castellano significa Plan de Recursos Empresariales. Esta herramienta de trabajo consiste en un software que da la posibilidad de acceder a una base de datos que, a su vez, permite controlar todos los aspectos relacionados con la logística, la contabilidad, la producción, el stock y envíos realizados, entre otros muchos más.

La principal virtud que ofrecen es la flexibilidad para adaptarse a lo que necesita exactamente cada empresa, al margen del tamaño y volumen de negocio que tengan. Por ello, existe una gran variedad de tipologías de programas en base a criterios como el diseño, la envergadura de la compañía en cuestión, el tipo de software empleado y el alojamiento que aportan.

Tipos de ERP que se pueden encontrar

Como se acaba de decir, existe un amplio abanico de parámetros a la hora de hacer clasificaciones de ERP, así que es el momento de enumerarlas:

Diseño

Desde este punto de vista se distinguen claramente dos:

  • A medida: la herramienta es creada desde cero, tanto por un particular como para una empresa, y esto tiene sus pros y sus contras. La principal ventaja es su adaptabilidad a lo que se necesite y el inconveniente es lo costoso que supone ponerlo en marcha.
  • Predefinido o estándar: tienen las ventajas de ser más baratos y rápidos de instalar que el otro ya explicado al contratarse por paquetes en base a lo que requiera el contratante. No obstante, es importante saber que el producto final escogido depende absolutamente del tamaño de la empresa.
  • Tamaño de la empresa

Precisamente este es el siguiente enfoque por tratar y que se clasifica así:

  • Grandes empresas o tier 1: su target son las multinacionales o empresas nacionales con muchos empleados y que, por tanto, trabajan con un elevado volumen de datos. Se caracterizan por una gran personalización hasta el punto de que pueden programarse mediante funciones concretas para tareas del día a día. No obstante, su precio es alto.
  • Medianas empresas o tier 2: comparten con los anteriores la personalización alta y se definen por ser soluciones de gestión que centralizan la información para que sea pan comido su organización, análisis y distribución. Aptos para quienes no puedan costearse los primeros explicados, pero sí algo similar en cierta medida.
  • Pequeñas empresas o tier 3: las pequeñas empresas y autónomos son los principales usuarios de estos ya que disponen, por lo general, de un presupuesto limitado y que tan solo necesiten unos módulos determinados.
  • Alojamiento

La forma en la que se instala el software puede ser:

  • En la nube: su bondad principal es que se puede emplear desde cualquier lugar del mundo en el que haya acceso a Internet mediante un dispositivo capacitado para ello (ordenador, tablet, smartphone…). Ideales para compañías que apuestan por el teletrabajo o que cuyos profesionales viajen a menudo.

Hay que tener en cuenta que hay distintos tipos de proveedores cloud, como los basados en SaaS (Software As a Service) que ahorran gastos de instalación, configuración y mantenimiento de la aplicación y servidores.

  • Híbrido: adecuado para las compañías que quieren implantar uno en la nube sin perder algunas funciones de sus servidores, como el almacenamiento de los datos.

Solución o versatilidad

El grado de personalización que se puede implementar puede ser:

  • Horizontal: está capacitado para trabajar con cualquier tipo de empresa, al margen de su dimensión o sector, ya que incluye funciones y módulos válidos para cualquier negocio y que se pueden personalizar después con complementos nuevos o soluciones externas.
  • Vertical: está orientado a un tipo concreto de empresa o negocio, ya que se diseñan para uno en especial que cubra las necesidades de un sector determinado, así como las de sus áreas de trabajo.

Software empleado

Los hay de:

  • Código abierto: el usuario tiene libertad absoluta para llevar a cabo distintas acciones con él, como modificaciones, copias o distribuciones. También puede acceder al código fuente completamente, lo que se traduce en mayor adaptabilidad.
  • Código privado: se comercializa bajo una licencia, por lo que es imposible copiarlo, redistribuirlo ni modificarlo, así como acceder al código fuente, el cual es propiedad del desarrollador. Está sujeto a un propietario, de ahí la inviabilidad de estas acciones.

Esto ha sido todo en el post sobre los tipos de ERP que se pueden encontrar y aprovechar por parte de las empresas y los trabajadores. Gracias por consultar el blog de GSC y nos leemos en la próxima entrada.